El presidente de la Suprema Corte de Justicia, Mariano Germán, dijo hoy que ese organismo investiga la decisión de la jueza del Tercer Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional, que dejó en libertad a 10 personas entre ellas, el propietario de línea aérea Caribair, Rafael Rosado, acusado de ser supuesto miembros de una estructura de narcotráfico.

"Oí al Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, que se refirió a un caso específico, y ese caso al que se refirió está en proceso de investigación", acotó Germán Mejía al referirse a la decisión adoptada por la jueza Elka Reyes Olivo, que dejó en libertad al grupo supuesto miembros de una estructura de narcotráfico que utilizaban el país como centro de operaciones para acciones bimotor adquiridos en Estados Unidos.

El también presidente del Consejo del Poder Judicial (CPJ), manifestó que todo lo que pueda hacer daño a la justicia como institución, a la Suprema Corte de Justicia le preocupa.

Empero, dijo que la Suprema Corte de Justicia vive permanentemente en vigilancia, aunque reconoció que siempre habrá disgusto cuando uno de los tribunales pronuncia una decisión.

Expresó que la preocupación puede ser legítima y puede ser no legítima, pero que de toda manera lo importante es que la gente se queje para que la justicia rectifique lo que puede estar mal.

El tribunal al disponer la libertad del grupo, compuesto por dominicanos, colombianos, venezolanos,  puertorriqueños, estadounidenses, jamaiquinos  y bahameños, le impuso una fianza de 30 mil pesos en efectivo, impedimento de salida del país y presentación periódica por ante el Ministerio Publico, al tiempo que ordenó el envío a juicio de fondo.

Los imputados son Rosado Fermín, Sergio René Gómez Díaz, Cristian Antonio Suarez Javier, José Luis Vera Márquez, José Antonio Cleto Cruz, Víctor Hugo Sánchez Portes, Henry Francisco Valdez García, José Vicente Figueroa Ortiz y el teniente coronel Juan Ramón Rosado Pérez, quienes deberán  respondan por  los hechos que se le imputan en juicio de fondo.

 Señala la acusación que los aparatos eran enviados a Sudamérica, especialmente a Venezuela, para desde allí trasportar grandes cargamentos de cocaína a Centroamérica el Caribe para luego llevarlos a Norteamérica.